Por Fer Blanco.
Una niña de 7 años escribe una lista de cosas geniales para que su madre vuelva a tener ganas de vivir. El helado / Las bombuchas en carnaval / Reírse hasta que te salga leche de la nariz / El chocolate / Quedarte despierta después de la hora de dormir / Tener un piano en la cocina / La palabra hipopótamo….
Una adolescente recupera la lista y transforma la rabia en amor. Escribe y talla en toda su casa para combatir la depresión crónica de su madre. Cosas geniales en la caja de cereales, en los cucharones, en la cama, los espejos… Al Pacino / Un solo de batería / Desayunar juntos en familia….
Tal vez la lista no la ayude a recuperar a su mamá, pero va asimilando la idea del suicidio con un único consejo: no lo hagas. Empieza a investigar, resulta que puede ser algo contagioso y los medios de comunicación lo tratan de un modo muy irresponsable. Nunca des detalles, ni lo muestres como algo exitoso, ni hagas suposiciones sobre las razones, ni afirmes que pueden ser por causas específicas como por ejemplo problemas económicos, rupturas amorosas, etc.
Tal vez, investigar la ayude a acercarse a los porqués de su madre. Ser feliz le da miedo a veces, porque hay picos. Después de un momento de éxtasis, puede venir el bajón. A veces no nos detenemos demasiado a pensar cuál es nuestro vínculo con la felicidad, o con la tristeza.
“Sólo cosas geniales” cuenta la historia de una hija que tiene que asimilar la idea del suicidio de su madre, trabajar con su propia tristeza y pedir ayuda. Es una historia íntima, sensible y optimista donde la empatía tiene el protagonismo. En esta obra, los espectadores somos también actores, hay que ponerle el cuerpo al relato. Algunos pasan al frente a actuar, se animan a improvisar diálogos, relatan cosas geniales, hacen palmas y cantan. No hace falta ser extrovertidos, se nos está compartiendo una historia muy íntima y se necesita de nosotros para seguir adelante. El público activo tiene foco en la empatía y el vivo de la escena se vuelve algo hermoso. Estamos juntos y podemos darle lugar a la tristeza de una forma dulce y tierna. Nosotros estamos ahí para apoyar a la protagonista, el relato no sucede si no estamos. Porque hay que estar, no solo escuchar.
“Solo cosas geniales” de Duncan Macmillan y Jonny Donahoe vino de Perú para presentarse en el Festival Temporada Alta Buenos Aires #TABA2020 en Timbre 4. Norma Martínez en la protagonista y quien le pone el cuerpo al relato. Es imposible sacarle los ojos de encima, logra atraparnos en su relato desde que se hace presente en escena y transmitirnos felicidad incluso en la tristeza.
Acá van algunas cosas geniales que yo agregaría a la lista: El ronroneo de mi gata Titania / Caminar descalza en el piso frío en pleno verano / El cosquilleo en el estómago cuando te hamacás / Las flores que salen de las plantas que cuidás en el balcón / Escribir / Ir al teatro / Leer / Llorar de emoción / El café caliente a la mañana / El primer día de vacaciones / Shakespeare / Que Mollo te de la púa de Divididos en un recital / Los elefantes.
Ficha técnica Autoría: Johnny Donahoe, Duncan Macmillan Traducción: Norma Martínez, Lucho Tuesta Músicos: Pamela Llosa Vestuario: Garua Iluminación: Lucho Tuesta Redes Sociales: Estefani Tomas Operación de luces: Iván Baltazar Operación de sonido: Iván Baltazar Fotografía: RodrIgo Flores, Alejandra Ipince, Diego Nebel Diseño gráfico: Arrieta Ontaneda, Débora Silva Entrenamiento: Pamela Llosa Asistencia De Producción: Tammy Alfaro Cubas, Franco Pennano, Francesca Peri Prensa: Pilar Ramos / Marisol Cambre Producción ejecutiva: Fiorella Pennano, Janice Villalobos Producción general: Animalien Dirección de arte: Juan Sebastián Domínguez Dirección: Norma Martínez, Lucho Tuesta
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