Publicada en la web del Área de Comunicación y Artes Escénicas -artesescenicas.sociales.uba.ar
Teatro Bombón cumplió 10 años y lo festejó en Millión, una casona de tres pisos con bar y restaurant que conserva el estilo de épocas pasadas. Entramos al edificio de estilo neoclásico francés con la disposición de sumergirnos en la ficción. Las distintas habitaciones darán hogar a las obras seleccionadas para este festival curado por Monina Bonelli y Cristian Scotton. La propuesta consiste en invitar al espectador a degustar “bombones teatrales” de no más de 30 minutos que se presentan de manera simultánea. Obras originales para alrededor de 20 espectadores.
Nos tocará la sala vestidor y seremos testigos de “Desapariciones”. Entramos a la sala y recibimos una indicación: Dentro del sobre hay 10 categorías. El turno dura 25 minutos. Martín Seijo será 0 y María Fernández Lorea será 1. Entre Gracia, Secreto, Trauma, Virtud, Adicción, Cicatriz, Defecto, Edad y Medida, los performers irán compartiendo relatos e intimidades, ante nuestra mirada atenta y escucha pasiva. Nos identificamos con sus historias. Somos también monos tributistas auto explotados. Nuestra altura llama la atención mientras queremos que nos dejen de mirar. Tenemos cicatrices que esconden historias y momentos de verdad, tenemos nuestros orgullos y vergüenzas, nuestras particularidades y también situaciones donde vemos reflejada una sociedad que impone y oprime. Nuestra subjetividad también se construye de relatos, memorias retocadas por nuestro inconsciente y el reconocimiento de lo que excede a nuestra subjetividad. Hay algo de reconocernos en la intimidad del otro, cierta ternura en la imperfección, atravesada en un relato que nos interpela, desde aquello que nos muestra débiles y nos han enseñado a ocultar. “¿Soy normal? ¿Eso es bueno? ¿Es posible ser normal?”
Hay algo particular en las obras de la Compañía de Funciones Patrióticas que se asocia con el vínculo de las personas, con darle lugar a los recuerdos y la memoria, con re-significar lo vivido y pensarlo a la distancia, con encontrarnos con un otro cercano y ajeno a la vez, con los puentes que generan las artes escénicas a través de la intimidad, de interpelar nuestro lado humano.
“Interactuar es desaparecer en el otro” dice el programa de mano, y a través de estas
Desapariciones podemos abandonar la sala con la sensación haber recibido un algo muy valioso del otro que debemos atesorar. “La memoria no es un acto reflejo. Es un espacio a llenar entre todos”.
FICHA TÉCNICA Dramaturgia: María Fernández Lorea y Martín Seijo. Performers: María Fernández Lorea y Martín Seijo. Dirección: Martín Seijo. Compañía: Compañía de Funciones Patrióticas.
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